CINTA MANILLAR BROOKS PIEL REGENERADA (MARRÓN)

La cinta de manillar Brooks está hecha de restos de cuero curtido vegetal y, por tanto, es especialmente sostenible. Para la obtención del material se combinan restos de cuero de las sillas de montar Brooks, látex natural y grasas. El aspecto es elegante, la pátina es incomparable.

Características
- Cinta de manillar fabricada con restos de cuero curtido vegetal

- 235 mm de longitud

- 1,8 mm de espesor

Incluye
- 1 par de cintas de manillar Brooks Regenerated Leather
- 1 par de tapones para los extremos del manillar
- Material de fijación

Ideal para uso prolongado
- Desplazamientos urbanos
- Viajar por el mundo
- Gravel y Bikepacking

Características técnicas
- Grosor: 2.8 mm
- Longitud: 235 mm
- Anchura: 30 mm


Sobre Brooks
En 1865, John Boultbee Brooks partió de su lugar de nacimiento, Hinckley, en Leicestershire, con poco más a su nombre que ambición y 20 libras esterlinas en el bolsillo. Se dirigió a Birmingham, donde apenas un año después estableció un negocio con su propio nombre, produciendo arneses y artículos diversos de cuero para caballos. Doce años más tarde, tras la desafortunada muerte de su propio caballo, JB Brooks pidió prestada una bicicleta para ir al trabajo. Estaba entusiasmado con las posibilidades de este nuevo e ingenioso medio de transporte, pero le dolía estar sentado en su duro sillín de madera y prometió hacer algo al respecto.

En otoño de 1882 presentó la primera de muchas patentes para un sillín de bicicleta de cuero. La empresa se expandió rápidamente tras el éxito de estos diseños revolucionarios y produjo muchos otros productos nuevos para el ciclismo, incluidas prendas de abrigo y equipaje resistente. Y de paso, convertirse en sinónimo de artesanía de calidad. Brooks England Ltd. es uno de los pocos supervivientes de la otrora gloriosa industria británica de la bicicleta.

En 2002, la empresa fue adquirida por Selle Royal S.p.A., un grupo ciclista internacional con sede en Italia, y desde entonces ha estado bajo una nueva dirección manteniendo sus instalaciones de producción en Inglaterra. En lugar de seguir la ruta de otros antiguos fabricantes británicos, Brooks ha prosperado, duplicando su fuerza laboral y aumentando su facturación anual.

Su fábrica en Smethwick, a sólo unos kilómetros de las instalaciones originales de JB Brooks, alberga a su mano de obra calificada, que continúa utilizando la misma maquinaria tradicional, parte de la cual se remonta a las décadas de 1940 y 1950.